ANFETAMINAS PARA NIÑOS
El Ritalín, nombre comercial más conocido del metilfenidato, es un derivado de la anfetamina que se receta a niños con TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad). El objetivo es conseguir niños dóciles que no den la lata en casa ni en clase y el metilfenidato lo consigue. Esta droga aumenta la concentración y la atención, efecto que es capaz de conseguir en cualquier individuo tenga o no el trastorno ya que se trata de un estimulante bastante potente. Pero según los estudios a largo plazo, se ha visto que el consumo de esta droga se asocia a un menor rendimiento escolar y al desarrollo de trastornos del estado de ánimo (especialmente depresión). El número de diagnósticos de TDAH ha aumentado notablemente en los últimos años y muchos niños de carácter más activo o más dinámicos están mal diagnosticados de manera que se estima que el 40% son falsos positivos.
El TDAH aúna una gran variedad de síntomas por lo que el diagnóstico es complejo, dos de los más importantes son la hiperactividad y la dificultad atencional, que en niños y adolescentes pueden ser también la manifestación emocional de otros desórdenes propios del momento que viven o de la ansiedad causada por encontrarse inmersos en un ambiente familiar o escolar desadaptativo. En ocasiones el falso diagnóstico esconde casos de retraso mental leve que requieren de una atención especializada.
Por eso el diagnóstico diferencial es tan importante. El tratamiento farmacológico soluciona muchas veces problemas de conducta de manera inmediata y deja a los niños sin el tratamiento psicológico que sería fundamental para solventar esos problemas a largo plazo por lo que es recomendable probar antes con tratamientos conductuales, reestructuración de los hábitos de vida, biofeedback, etc..
