Emotive Psicología

RECUERDOS QUE SE HEREDAN

Parece ser que los recuerdos relacionados con información aversiva o traumática pueden llegar a heredarse a través cambios en la expresión del ADN a lo largo de generaciones. Esto significa que si tu abuela sufrió un episodio traumático con murciélagos que le hizo desarrollar una fobia a los mismos, tú podrías heredar esa fobia aunque no hayas visto un murciélago en tu vida. Un experimento realizado con ratones nos da la clave para entender este fenómeno. 

El experimento consistía en inducir una fobia hacia el olor de la acetofenona (olor similar al de la flor del cerezo) en ratones sanos. Los ratones son animales que crían muy deprisa, así que en poco tiempo se pudo medir si esta fobia se había transmitido a sus hijos y nietos. Los resultados indican que así es. La fobia al olor de la flor del cerezo se transmitía no solo a los ratones que habían sido engendrados de manera natural sino también a los engendrados mediante inseminación artificial, lo cual descarta la influencia de factores relacionados con el comportamiento de la madre durante la gestación y limita el efecto a la influencia genética.

Estos resultados son polémicos porque implican que deben transmitirse cambios que se han producido en la expresión del ADN de manera dirigida y no únicamente aleatoria como se pensaba hasta ahora. Según David Sweat, neurobiólogo de la Universidad de Alabama que no participó en el estudio, este es "el experimento más riguroso y convincente publicado para demostrar la transmisión transgeneracional de factores epigenéticos en un modelo de laboratorio" Sin embargo también hay voces en contra que opinan que hay un error dado que la metilación (necesaria para la modificación genética) tan sólo puede ocurrir en determinados nucleótidos que no están contenidos en el gen de la acetofenona. Esta polémica probablemente continuará vigente hasta que alguien sea capaz de explicar el mecanismo implicado a nivel molecular en el cambio experimentado en la expresión del ADN.

Este hallazgo es importante porque contribuye a comprender la importancia de la herencia genética en trastornos relacionados con fobias, pánico, estrés y otros trastornos de tipo ansioso. Por ahora los investigadores van a seguir experimentando para averiguar durante cuántas más generaciones se mantiene la fobia y si es posible eliminarla. 

Texto original en la revista Nature