¿Orgasmos vaginales? En realidad no existen.


Hay muchos mitos sobre el clítoris, ¿Sabías que el clítoris es también el que provoca los llamados orgasmos vaginales? Freud defendía la existencia de orgasmos vaginales y clitorianos, ahora se sabe que tanto los unos como los otros ocurren de modo algo diferente, pero gracias al clítoris en cualquier modo. Esto se debe a que el clítoris no es solamente esa "pepitilla" que observamos sobre la vagina, sino que internamente tiene unas raíces que abarcan una zona mucho mayor, que es la que al ser estimulada mediante la penetración, provoca esos supuestos orgasmos vaginales. De hecho, el punto G, es una zona del clítoris con suficientes terminaciones nerviosas como para provocar el orgasmo.



Así que los orgasmos vaginales no son otra cosa que los orgasmos provocados por la estimulación del clítoris interno. Por lo tanto, eso que contaba Freud de que las mujeres debían tener orgasmos vaginales para alcanzar su madurez, era solamente otra de sus ocurrencias machistoides para hacernos dependientes del pene. Además, y como curiosidad extra, todos los orgasmos se sienten igual. Esto no quiere decir que una sienta lo mismo con cualquier tipo de estimulación, sino que el cerebro reacciona del mismo modo y se activan las mismas áreas, tanto con los orgasmos con penetración vaginal, anal, estimulación del clítoris o simplemente en la imaginación, así que técnicamente, solamente hay un orgasmo.

Si quieres saber más datos curiosos sobre el clítoris, tienes veinte datos curiosos en el Artículo original en Vanguardia.


Veinte datos que no sabías sobre el clítoris

¿Sabías que entre el 50 y el 75% de las mujeres alcanzan el orgasmo por medio de estimulación del clítoris, con o sin penetración vaginal?, descubre otros interesantes datos aquí.

POR:   EXCÉLSIOR 

 viernes, 20 de septiembre del 2013

  • Foto: Archivo

El clítoris para muchos aún resulta un tabú a la hora de hablar del cuerpo femenino y su papel en la sexualidad de la mujer.

Aquí una recopilación de datos que seguro muchos desconocen sobre este ógano femenino.

1. El clítoris es el único órgano humano cuyo único propósito es dar placer (contrario al pene, que tiene fines reproductivos).

2. El clítoris está hecho de tejido eréctil que se endurece durante la estimulación sexual y se relaja después del orgasmo.

3. Entre el 50 y el 75% de las mujeres alcanzan el orgasmo por medio de estimulación del clítoris, con o sin penetración vaginal.

4. El clítoris no se deteriora con el tiempo, incluso se hace más grande. Al final de la pubertad, el clítoris de una chica habrá duplicado su tamaño. Para cuando una mujer tiene 32 años, su clítoris es casi cuatro veces más grande que cuando tenía 20 menos. Después de la menopausia, el clítoris es siete veces más grande que al nacer, lo cual podría explicar que las mujeres mayores reporten tener sexo tan glorioso.

5. Además de la punta del clítoris, una mujer tiene tres zonas erógenas dentro y alrededor de la vagina que se conectan y estimulan al clítoris. Estas incluyen al punto G, pero también al A y U.

6. Los exploradores del sexo del Tao Chino, le llaman al punto G “la perla negra”.

7. El clítoris está presente en todas las hembras mamíferas. El más grande jamás registrado es el de las hienas, que dan a luz, orinan y tienen orgasmos por medio de su clítoris.

8. El clítoris es mucho más grande de lo que imaginas. En promedio mide entre 8 y 12 cm de largo y 6 cm de ancho.

9. La habilidad de una mujer para alcanzar el orgasmo y su intensidad no tiene nada que ver con el tamaño, forma o color de su clítoris.

10. La parte externa del clítoris es la que podemos ver. Esta cuenta con 8,000 terminaciones nerviosas, el doble que el pene promedio.

11. Estas terminaciones se comunican con una red de 15, 000 terminaciones más en la región pélvica completa. Esto significa que al contrario de lo que dijo Freud, los orgasmos del clítoris no son inferiores a los vaginales, sino que técnicamente todos ocurren gracias al clítoris.

12. El resto del clítoris es interno y se conecta por medio de un conducto conocido como corpus cavernosum. Este se compone de un par de estructuras de tejido eréctil que cuando se levantan, envuelven y aprietan los lados de la vagina como si le dieran un abrazo.

13. El corpus cavernosum se extiende y se separa en dos ramas o alas conocidas como curs, que crean una estructura en forma de Y. Cuando estas son estimuladas, se llenan de sangre y pasan de apuntar a las caderas hacia la columna vertebral.

14. Debajo de las alas, al lado de la apertura vaginal están los vestíbulos del clítoris, conocidos como bulbos vestibulares. Estas estructuras en forma de saco de tejido eréctil se encuentran debajo de la labia majora. Al igual que corpus cavernosa, se llenan de sangre con la excitación, lo cual encierra la apertura vaginal, incrementa su dureza y empuja a la vulva hacia afuera. La sangre se queda atrapada, lo que provoca la erección del clítoris. Con el orgasmo, la sangre se libera al sistema circulatorio en espasmos orgásmicos.

15. El clítoris ha sido descubierto y perdido por siglos. En 1559, el anatomista italiano Realdo Colombo aseguró haber descubierto el clítoris. Siglos después fue redescubierto por Kinsey en los años 50, después por Masters y Johnson en los 60 que reconocieron su importancia en ayudar a las mujeres a tener un orgasmo.

16. Pero no fue hasta 1998 cuando la uróloga australiana Helen O’Connell realizó estudios de imagen por resonancia magnética en voluntarias, que finalmente se vio la anatomía completa del clítoris.

17. La mayoría de los libros de texto, especialmente los publicados antes de 1998 no tienen una representación adecuadas del clítoris, donde solo aparece la parte externa. En realidad el volumen del tejido eréctil es 10 veces mayor del que aparece en los consultorios médicos y los libros.

18. Hace poco menos de cuatro años, los investigadores franceses Dr. Odile Buisson y Dr. Pierre Foldès crearon el primer sonograma completo en 3D del clítoris estimulado.

19. La mayor parte de la pornografía muestra la acción del clítoris como mera estimulación previa al sexo, más que la forma primordial de alcanzar el orgasmo femenino como una manera integral de la penetración.

20. Contrario a la creencia generalizada, las mujeres no se tardan más en tener un orgasmo que un hombre. La mayoría de las mujeres del estudio de Kinsey alcanzaron uno en cuatro minutos con mera masturbación, un tiempo similar al de los hombres estudiados.

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